Así es, queridos míos. Képler Laveran Lima Ferreira, más conocido en los rings y futbolísticamente como Pepe (¿?), que no PP, ha recuperado para el Real Madrid el desaparecido espíritu de Juanito. Puede que no sea el famoso espíritu al que en su día se refirieron Casillas y otros españoles del vestuario (porque dudo mucho que Cristiano sepa mucho de Juanito, ni de este ni de Valderrama), pero el caso es que aquí está Pepe enarbolando la bandera de Juanito. Y eso que no fue tan bonito en fondo y forma como el de Juanito, pero el pisotón de Pepe a Messi seguro que ya lo ha visto más gente, para desgracia del Madrid, claro está.
Aquel espíritu era otro. Y no servía para nada más de la mitad de las veces (desde el Alcorcón al Lyon), pero bueno, ahí estaba. El caso es que los veías ahí, que si Juanito que si os vamos a chorrear, y pensabas que podía ser. No era, pero se podía llegar a pensar. Pero mañana a Barcelona no van once Juanitos ni nada que se le parezca. Van unos tíos que últimamente nos dan hasta en el carnet en cada partido que jugamos. Capitaneados por este Mou que ya no escucha al madridismo, que dice que se puede ir en junio y que llega apático a las ruedas de prensa (tú antes molabas).
Han pasado unos meses y Mourinho parece que sigue sin entender. Tiene al único equipo capaz de ganar al Barça (y lo ha hecho cuando a salido a dar la cara), pero se empeña en racanear, patadón pa riba y si no, patadón al que pase por ahí, que desgraciadamente suele ser Messi. Ya podían pegar a otro. A Pinto mismamente, yo que sé. El caso. Que puede que nos ganen, pero que es el Madrid más triste que se me viene a la memoria, y lo ha conseguido, él solito, el señor José Mário dos Santos Mourinho Félix. Mario para los amigos.
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