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| Fotografía de abc.net.au |
Han sido dos primeras semanas muy intensas de este Tour de Francia. Y estamos ante un inicio de tercera que promete. Y mucho. Chris Froome tiene la victoria final en sus manos tras la contrarreloj disputada este miércoles, donde consiguió un triunfo mucho más ajustado de lo que se preveía (sobre todo debido a las precauciones asumidas por el británico en los descensos y la presencia de la lluvia en determinados puntos del recorrido) pero que sirvió para volver a demostrar que el ciclista del SKY es el más fuerte de la carrera.
Sin discusión. Cuando un ciclista destaca por encima del resto de manera tan clara es imposible derrotarlo en un “cara a cara”. Eso lo saben los Saxo Bank. Y por ello, vamos a tener un fin de carrera tan interesante.
La situación ha quedado de tal manera que, Chris Froome sólo tiene dos rivales ahora mismo: Contador y Kreuziger. Es decir, el Team Saxo-Tinkoff. La estrategia está clara: enviar a uno de los dos en un ataque lejano, romper al SKY y mantener al otro corredor algo más resguardado para rematar el trabajo en el último puerto. Hasta ahora el único punto débil mostrado por el líder parece ser el descenso. Si bien es cierto que no ha perdido tiempo en ninguna bajada (salvando las precauciones en la CRI) las sensaciones transmitidas no son de mucha seguridad al trazar las curvas. A eso es a lo que deberán apelar sus rivales. Forzarle, no sólo para ponerle nervioso y/o minar su confianza, sino para provocar algún descuido en la alimentación que permita igualar las fuerzas (las famosas ‘pájaras’) y recuperar el tiempo perdido en la general.
El líder tiene margen (4’36” respecto a Contador; 4’51” respecto a Kreuziger y más de 6 minutos con los demás) pero no tiene equipo. La presencia de Richie Porte será fundamental para aportar calma y templar los ánimos de Chris Froome.
La lógica dice que el británico será el ganador de la carrera… pero con Contador, Kreuziger, Quintana y un Purito Rodríguez que va a más, el espectáculo está garantizado. El mejor Tour de los últimos años se decide en tres días. La traca final llega en los Alpes.
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