Luis López
El Bayern Múnich – Juventus es, sin duda, el enfrentamiento estrella de los cuartos de final de esta edición de la Champions League. La última vez que ambos equipos se enfrentaron en competición europea fue en la fase de grupos de la edición 2009-2010. Entonces, ambos equipos empataron sin goles en el Allianz Arena, pero en Italia, los alemanes fueron mejores y superaron claramente a la Juventus (1-4). Resultado que, a posteriori, significó la eliminación de la Juventus de Turín (acabaría en la Uefa) en un grupo donde el liderazgo fue a parar a las manos de un sorprendente y extraordinario Girondins de Burdeos liderado por Gourcouff y Chamakh. Han pasado casi 4 años, pero quedan muchas cuentas pendientes entre italianos y alemanes.
La industria pesada contra la solidez italiana
El Bayern suele jugar
con un 4-3-2-1 donde el peligro principal llegará a través de las bandas con
Ribery y Robben como hombres veloces y Mandzukic como delantero remata-todo. El
croata se ha ganado a pulso la titularidad con sus actuaciones. Un delantero
muy completo y con una movilidad bastante sorprendente para su físico que permite
además abrir espacios para la llegada desde atrás de jugadores como Kroos (con
una excepcional visión de juego), Schweinsteiger o incluso Javi Martínez.
Futbolistas con un potente disparo desde fuera del área. Tampoco hay que
olvidarse de Mario Gómez, ‘el panzer’, que aunque parte de inicio desde el
banquillo es siempre un peligro en el área.
Los mayores problemas del Bayern se encuentran atrás, con dos laterales (Lahm-Alaba) de buen potencial ofensivo pero con ciertas carencias en defensa. Además el central que más garantías podría ofrecer, Badstuber, recayó recientemente de su lesión en la rodilla derecha y los alemanes tendrán que volver a encomendarse a la pareja Van Buyten-Dante. Una pareja muy fuerte, muy física, pero también bastante lenta.
En la portería Neuer, pese a los pequeños fallos que tiene de vez en cuando, parece un seguro. Otros hombres importantes pueden ser Luiz Gustavo-Tymoschuk, para cerrar defensivamente el centro del campo, y Claudio Pizarro, si hay que ir desesperadamente a por un gol.
Por su parte, la Juve presenta un esquema más cambiante, aunque últimamente parece haberse asentado en un 3-5-2. Un esquema ‘de moda’ en Italia, que a menudo le permite dominar el centro del campo. Siempre bajo la luz del extraordinario Andrea Pirlo, uno de los mejores centrocampistas de la última década. Con él la Juve volvió y a lo más alto en la Serie A. Y con él, la ‘Vecchia Signora’ espera volver a hacer lo propio en Europa.
No menos destacable resulta la presencia de Marchisio, otro futbolista de extraordinario talento y gran llegada (buen disparo con las dos piernas) que gracias a su buen toque puede descargar de trabajo a Pirlo en la salida del balón. Además, Arturo Vidal, que también dispone de un buen tiro, a menudo realiza ese trabajo sucio capaz de liberar al resto de medios.
A ese terceto de lujo hay que añadir en la media la presencia de Asamoah y Lichsteiner, que actúan como carrileros y permiten al equipo pasar en tareas defensivas de un 3-5-2 a un 5-3-2. El trabajo continuo de ambos jugadores resulta fundamental para que el conjunto italiano no se ‘parta’.
Los mayores problemas del Bayern se encuentran atrás, con dos laterales (Lahm-Alaba) de buen potencial ofensivo pero con ciertas carencias en defensa. Además el central que más garantías podría ofrecer, Badstuber, recayó recientemente de su lesión en la rodilla derecha y los alemanes tendrán que volver a encomendarse a la pareja Van Buyten-Dante. Una pareja muy fuerte, muy física, pero también bastante lenta.
En la portería Neuer, pese a los pequeños fallos que tiene de vez en cuando, parece un seguro. Otros hombres importantes pueden ser Luiz Gustavo-Tymoschuk, para cerrar defensivamente el centro del campo, y Claudio Pizarro, si hay que ir desesperadamente a por un gol.
Por su parte, la Juve presenta un esquema más cambiante, aunque últimamente parece haberse asentado en un 3-5-2. Un esquema ‘de moda’ en Italia, que a menudo le permite dominar el centro del campo. Siempre bajo la luz del extraordinario Andrea Pirlo, uno de los mejores centrocampistas de la última década. Con él la Juve volvió y a lo más alto en la Serie A. Y con él, la ‘Vecchia Signora’ espera volver a hacer lo propio en Europa.
No menos destacable resulta la presencia de Marchisio, otro futbolista de extraordinario talento y gran llegada (buen disparo con las dos piernas) que gracias a su buen toque puede descargar de trabajo a Pirlo en la salida del balón. Además, Arturo Vidal, que también dispone de un buen tiro, a menudo realiza ese trabajo sucio capaz de liberar al resto de medios.
A ese terceto de lujo hay que añadir en la media la presencia de Asamoah y Lichsteiner, que actúan como carrileros y permiten al equipo pasar en tareas defensivas de un 3-5-2 a un 5-3-2. El trabajo continuo de ambos jugadores resulta fundamental para que el conjunto italiano no se ‘parta’.
Se puede decir que lo mejor de la Juve es su
solidez atrás. Los Barzagli-Chiellini-Bonucci-Cáceres son buena prueba de ello
(los tres últimos van especialmente bien en el juego aéreo).
Por el contrario,
en la delantera sigue echando en falta un ‘killer’, un 9. Vucinic y Matri son
dos buenos futbolistas con una gran capacidad de sacrifico por el equipo, pero
les falta gol. Un problema que tampoco parecen solucionar ni Quagliarella ni el
veterano Anelka.
Más allá de lo comentado hay dos jóvenes jugadores que podrían
hacer cambiar la eliminatoria a favor de la Juve: Pogba y Giovinco. El primero,
un prodigio francés al que muchos comparan con Patrick Vieira. Futbolista
francés con gran llegada, visión de juego y buen toque. Conte estudia cambiar
incluso hacia un 3-5-1-1 para meter al francés por detrás de Vucinic en el
Allianz Arena. El segundo, “la hormiga atómica”, un delantero pequeñito pero
muy veloz y con buen regate que podría dar muchos problemas a la espalda de Van
Buyten-Dante. Otros que podrían tener sus minutos son Mauricio Isla y Emanuele
Giaccherini, para dar aire fresco a los carrileros.
Una fortaleza con ciertas dudas
Alemanes
e italianos llegarán al encuentro en un fantástico momento de forma. El Bayern
marcha líder destacado de la Bundesliga con nada más y nada menos que veinte
puntos de ventaja sobre el Borussia de Dortmund, el segundo clasificado. Además
tras el juego desplegado últimamente por Barcelona y Real Madrid parecían
consolidarse como el equipo más peligroso del continente. Sin embargo, la
última derrota en casa ante el Arsenal, que estuvo cerca de dar la gran sorpresa
del año (pese a que el Bayern dominó claramente el encuentro), puede provocar
ciertas dudas en el club bávaro, que tendrá que hacer frente en cuartos a un
rival de mayor dificultad.
La Juve domina también con mano de hierro su campeonato. No
parece que ni Napoli ni Milan puedan poner en peligro su reinado. Además
encadenan una racha de 18 partidos consecutivos sin perder en Europa (toda esta
edición incluida). A la que hay que añadir la condición de invicto en el último
campeonato de la Serie A y una racha dentro de la liga italiana que se extendió
hasta los 49 partidos consecutivos sin perder. Sin embargo, esta temporada la
‘Vecchia Signora’ perdió ante los dos conjuntos milaneses y ante la Roma. Y
fuera de casa sobre todo parece atascarse frente a las grandes potencias.
Igualdad total
Por todo lo dicho, es de esperar una
eliminatoria apretada donde el Bayern, por lo demostrado en los últimos años,
parte ligeramente como favorito. No obstante el hecho de que la Juve pueda
contar con el partido de vuelta en su campo otorga una igualdad máxima a un
enfrentamiento que bien podría acabar definiéndose desde la pizarra, desde las
jugadas de estrategia preparadas por Heynckes y Conte. Para los supersticiosos,
un dato: en los años acabados en tres siempre ha llegado un equipo italiano a
la final de la Champions League. ¿Seguirá la Juve con la tradición o será capaz
el Bayern de cambiar el rumbo de la historia? La respuesta, el próximo 10 de
Abril.
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