El desembarco de la vigésimo primera Liga Española en Catalunya, es desde el pasado miércoles un hecho. Ni los goles de Cristiano, ni las ansias de Mou por conquistar su cuarta liga en un país diferente, ni siquiera los litros de leche que la prensa cavernícola ha regalado con cada Marca y cada As ha sido capaz de levantarle esta liga al Fútbol Club Barcelona. Era una presa complicada, el enemigo es duro, pero se convierte en imbatible cuando los jueces de la batalla son sus aliados y en consecuencia, otro enemigo más para nosotros.
Los desfalcos que han marcado la campaña 2010/11 han sido notables, pero sería un poco obtuso centrarse en esta temporada, lo sabía Mou cuando nombró a Villar en su famosa rueda de prensa, como lo sabemos todos los madridistas. Si ya de por si Villar tiene fuerza en Europa al ser vicepresidente de la UEFA y en el mundo de la FIFA, su dominio en La Liga es implacable. Los datos son objetivos, el club catalán ha conquistado La Liga Española en once ocasiones desde la llegada del ínclito Villar a la presidencia de la RFEF en 1988. Bajo el inflexible jugo de Villar el Barcelona ha logrado en veintitrés años más ligas que en más de ochenta.
Si ya antes el domino del Barcelona era evidente en el territorio catalán, en muchas ocasiones con actitudes ilícitas como los continuos escamoteos a sus vecinos del Espanyol, consentidos por el Gobierno autonómico para machacar al club perico- No creo equivocarme si digo que a más de uno les hubiera encantado echar al Espanyol de Barcelona, y hacer del club credo por Gamper el Santoral catalán por excelencia- Ahora, el dominio se ha extendido a modo de enfermedad contagiosa al resto de España, y poco a poco, con los favores de su apoderado, el amigo de Blatter y Patiní, el Barcelona está conquistando Europa. Me recuerda a las conquista de Cesar Borgia, matando por la espalda, aglutinando a sus enemigos en una habitación para cenar con ellos para luego liquidarles y sojuzgar al pueblo invadido bajo el feroz domino del papado de la Familia Borgia.
El fútbol, ha pasado a ser una fiesta catalana. El juego del “Pep Team” es ya una parte más de la cultura intrínseca del pueblo catalán, así como ha dejado de serlo el noble arte de la tauromaquia; y de lo que se sienten orgullosos, normal juegan como los ángeles. Ahora bien, la caverna castellana está para decir los peros de esta fiesta. Los peros a bases de ayudas concertadas en momentos difíciles, los peros a base de árbitros, los peros a base de presidentes que consienten todo ante el miedo de perder el apoyo del equipo que patrocina a UNICEF. Como dice el Gran Xavi el que no vea que el Barcelona es el equipo que más bonito juega el fútbol es ciego, pero el que no ve las favores también lo es Querido Xavi.
SuperFernández.
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