Pitos y pañuelos para un Valencia sin rumbo

Miroslav Djukic. Fotografía de lainformacion.com

Javier Gurucharri
El Swansea le endosó tres tantos a un Valencia que jugó la mayor parte del encuentro con un hombre menos. Tras los noventa minutos, la afición estalló con una sonora bronca y está harta de esta racha negativa, pero sobre todo, del mal juego de su equipo y la falta de actitud de los jugadores. Desde que el conjunto Ché ganara en la primera jornada liguera al Málaga, no ha vuelto a obtener un resultado positivo.


Djukic aún no ha dado con la tecla mágica, su equipo navega sin rumbo y el nerviosismo se palpa en el ambiente. La útlima derrota ante el Swansea ha activado las alarmas del vestuario, pero para salir adelante en esta situación se necesitan cambios importantes en el once, sobre todo, en el esquema de juego.

Olvidarse de las modas debería ser la primera tarea del técnico del Valencia y la vuelta al clásico 4-4-2 no sería nada descabellado. Actualmente, está centrando gran parte del juego de su equipo en Ever Banega, jugador irregular donde los haya, otorgándole un protagonismo que está siendo nocivo.

Si hay algo que en los últimos años ha tenido bueno el Valencia, ha sido jugadores de banda. En la temporada 2013-2014 no están Joaquín ni Vicente, pero el perfil zurdo se podría explotar más con Mathieu (de lateral) y Guardado por delante suya. El francés tiene una capacidad inusual para poner centros teledirigidos y, no olvidemos que arriba hay un especialista como Helder Postiga. El desborde de Feghouli en banda derecha, es un punto a explotar para herir las defensas rivales.

Volviendo al pasado valencianista, muchos recordarán aquella dupla Albelda-Baraja, que hacía lo justo para distribuir a los que debían llevar el peligro. Javi Fuego sería el pilar principal de un nuevo dúo.

A Helder Postiga también habría que ponerle una pareja de baile -Pabón o Alcacer- que acompañase al ariete portugués para intentar rebañar aquello que él mismo no pudiese aprovechar.

Desde luego que es muy fácil decirlo tras un teclado y que la realidad es mucho más complicada, pero Djukic necesita darle un nuevo impulso a sus pupilos, o de lo contrario no se comerá el turrón en tierras valencianas. Seguramente haya otras soluciones. Desde el Blog que Mea Colonia se ofrece una idea y se anima a mejorar a un equipo con fondo de armario suficiente para compensar el precio de las entradas de sus aficionados.

¿Qué cambiarías en este Valencia?