viernes, 27 de septiembre de 2013

El derbi llega sumido en plena polémica arbitral

Mateu Lahoz. Fotografía de as.com
Javier Gurucharri / Dani Jiménez
La historia de los derbis siempre se ha visto empañada por diferentes polémicas arbitrales. La tensión característica de estos partidos hace que cada jugada sea protestada por ambos bandos. Los jugadores discuten, los aficionados aún más y siempre se señala a los árbitros como máximos responsables.

La polémica actuación de Muñiz Fernández durante el encuentro entre el Elche y el Real Madrid (ahora sancionado con seis semanas en la nevera por sus errores en el Barcelona-Sevilla) han hecho saltar las alarmas en torno a los arbitrajes.

Este sábado, el encargado de dirigir el encuentro será Mateu Lahoz, el favorito del exentrenador José Mourinho. Su característica principal como colegiado es la de dejar jugar. Entiende que el fútbol es un deporte de contacto y por ello intenta no señalar cualquier mínima acción.

En cualquier caso, lo que el aficionado quiere ver es fútbol, un espectáculo donde los protagonistas son los jugadores y no los árbitros. Para ello, los propios futbolistas tendrán que ayudar, algo inusual, cuando se realizan duras entradas o se simulan hechos que no han sucedido. Sirva como ejemplo de lo que no se debe hacer, aquel famoso derbi de la acción entre Buyo y Futre:


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