lunes, 9 de mayo de 2011

POCO FÚTBOL, MUCHA POLÉMICA.

RESUMEN DEL POKER DE CLÁSICOS PARA DESPISTADOS 

by JaviMolina
Finalizó. Después de 18 días en los que hemos disfrutado de este rally de clásicos, todo ha terminado. La balanza, futbolísticamente hablando, no se inclina para ninguno de los dos equipos, pero si se aprecia una victoria moral del Barcelona, tras haberse garantizado la liga y haberse logrado clasificar para la finalísima de Wembley, a pesar de haber perdido la final de la Copa del Rey.
 Una victoria para cada uno y dos empates reflejan la igualdad entre los dos clubes y nos hacen reafirmar que la goleada que recibió el Madrid a finales de noviembre en el Camp Nou en el campeonato nacional de Liga no fue lo normal. Si hay algo que ha caracterizado este rally de clásicos ha sido la polémica arbitral, la tensión en el terreno de juego y la inmensa igualdad que ha habido entre los dos equipos mientras que los dos se mantenían con once jugadores, pero analicemos clásico a clásico, partido a partido, para deshuesar los momentos más importantes de estos intensos partidos entre los dos clubes más importantes del mundo en la actualidad.

Primer Asalto. Llegaba el primero de los cuatro clásicos, a priori el más descafeinado de todos, el que correspondía al campeonato nacional de liga, donde el Barça llegaba con 8 puntos de diferencia sobre el Real Madrid lo que obligaba a los blancos a reducir las diferencias si querían mantener las esperanzas de aspirar todavía a ser campeón de liga, pero el encuentro también podía servir a ‘Mou’ para ingeniar alguna táctica para la final de Copa del Rey. Y en efecto, el técnico portugués apostó por un trivote con la sorpresa de Pepe en el mediocentro acompañado de Khedira y Xabi Alonso, para intentar destruir el juego interior de los blaugrana y crear una salida rápida al contraataque con Di María, Cristiano y Adebayor. El Barcelona fue el que dominó ligeramente el encuentro y tuvo mayor posesión de la pelota (como ya nos tiene acostumbrado el equipo de Guardiola). El Madrid metía miedo en jugadas a balón parado y libres directos como el de Cristiano Ronaldo que se topó con el palo. El encuentro parecía bastante igualado hasta el penalti que Albiol cometió sobre Villa y que le costó la tarjeta roja al valenciano. Messi fue el encargado de transformar la pena máxima y poner por delante a los culés. No obstante, el Barcelona parecía conformarse con este marcador y a partir de este momento fue el Madrid quien dominó el partido e intentó poner la igualada que llegaba en el minuto 82 tras un penalti de Dani Alves a Marcelo que bien podía haberle costado la segunda amarilla y la consiguiente expulsión. Cristiano Ronaldo transformó el penalti  y consiguió el empate para su equipo. El marcador ya no se movería y el primer clásico acababa en tablas y con una ligera ventaja moral para el Real Madrid tras haber empatado el partido con un jugador menos. Una vez más y como ya había advertido Mourinho, un equipo suyo quedaba con 10 jugadores frente al Barcelona y se iniciaba así  una polémica que se iría alargando a medida que avanzaban los clásicos.

La gran final. Tras el partido de liga, llegaba la final de Copa, el partido más importante de la temporada hasta el momento. Y venía con cierta polémica tras las desafortunadas declaraciones de Rosell y Piqué con aires de superioridad. El presidente blaugrana pronosticó un 5-0 para su equipo: ‘Para no perder la costumbre’ afirmó, mofándose de los madridistas y del partido de liga disputado en el Camp Nou. Mientras que el central se burló de los madridistas – y de todos los españoles- en el túnel de vestuarios del Santiago Bernabeu diciendo: ‘Españolitos, ya os hemos ganado vuestra liga y ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey’. Esto no hacía más que motivar al Real Madrid y aumentar las ganas de victoria del equipo blanco. El partido fue totalmente igualado como el de liga pero con mucha más intensidad. El Madrid salió a morder desde el principio y fue el claro dominador de la primera parte, haciendo que el Barcelona no tirara a puerta ni una sola vez. En la segunda parte cambiaron las tornas y fue el equipo blaugrana quien dominó y tuvo las mejores ocasiones de gol. La tensión se mascaba en el ambiente y es que cualquiera de los dos equipos se podía llevar la final. Un Madrid muy agresivo y un gran Casillas evitaron las mejores ocasiones azulgranas y con estos se llegó al final de los 90 minutos reglamentarios. Aún nos quedaban 30 minutos más. En la prórroga más de lo mismo, igualdad máxima y mucha tensión.  Pero se acercaba el minuto 110, cuando Marcelo y Di María trenzan una jugada en la banda izquierda para que el argentino pusiera un centro maravilloso que sería rematado por Cristiano Ronaldo, que se elevó por encima de la defensa culé poniendo por delante al Madrid. El Madrid supo resistir el arreón final del Barcelona  y se proclamó campeón de la Copa del Rey. Por cierto, una vez más el Madrid quedaba con 10 jugadores por la expulsión de Di María y seguía sin poder terminar un partido completo con 11 jugadores frente al Barça. Mestalla se tiñó de blanco madridista y comenzaba la fiesta que terminaría en Cibeles. Fue el partido perfecto para el Madrid y para el madridismo: ‘Mou’, ganaba su primera final con el Madrid y ante el que dicen, el mejor equipo del mundo. Cristiano marcaba un golazo y se consagró como el héroe de la final. Después de 18 años y ante su eterno rival, el Madrid conseguía ganar la Copa que tanto añoraba.  

Triunfo que yo personalmente hubiera dedicado en parte a Piqué y a Rosell por burlarse de todos los madridistas días antes del partido y haciendo gala del respeto y el señorío que supuestamente dicen que tienen. Me imagino que no volverán a intentar hacer de pitonisa. Ahí queda eso.

Llega la Champions. Y tras la resaca copera llegaba la competición por excelencia, La Liga de Campeones. El Barça llegaba con la moral baja tras la derrota de Copa y el Madrid con la moral por las nubes tras no haber perdido ninguno de los dos últimos enfrentamientos contra el Barcelona. El partido venía caliente tras la rueda de prensa de Mourinho y sobre todo de Guardiola, que por una vez en la temporada se olvidó de su ‘falsa humildad’ y llamó de todo al entrenador portugués. ‘Mou’ planteaba el partido como los dos últimos, un trivote liderado por Pepe para frenar al Barça y salida rápida al conraataque. Guardiola, con la inesperada baja de Iniesta a última hora, salió como nos tiene acostumbrado su equipo, al ataque. Dominio del Barça en la primera parte, con acciones aisladas del Madrid, constantes faltas tácticas de los madridistas que hacían que el equipo blaugrana acosara cada vez más al arbitro y una serie de simulaciones por supuestas agresiones por parte de jugadores como Pedro o Busquets (Ya experto en esta serie de acciones si  recordamos la pasada semifinal de la Champions contra el Inter.). El partido estaba muy caldeado y en el descanso se montó una tangana que acabó con Pinto expulsado tras agredir a Chendo. La segunda parte comenzaba igual y tan solo habría que esperar 15 minutos para que el árbitro cediera al acoso de los culés y expulsara a Pepe tras una dura entrada a Alves que supo interpretar muy bien el papel de actor. La acción bien merecía una cartulina amarilla-como mucho- pero el teatro del brasileño-al cual nos tiene ya acostumbrados- hizo que el árbitro, a instancias de un linier, le mostrara a Pepe la tarjeta roja, decantando el partido y la eliminatoria para el FCB. Alves abandonó el campo en camilla ingresando en él al instante, demostrando que Pepe ni le había tocado-excelente deportividad- El Madrid se dedicó a defender el 0-0 y el Barça sentenció el partido con dos goles de Messi – que por cierto todavía no había aparecido en ninguno de los 3 partidos, hasta que el árbitro se cargó a Pepe-, que hacían que Wembley se alejara.  Una vez más el Madrid acababa con un jugador menos en un partido contra el Barcelona y es que ya iban 4/4 en esta temporada. ¿Casualidad? El Barça se llevaba un 0-2 del Bernabeu y acariciaba la final. 


El sueño imposible. En cabeza de todos los madridistas, permanecía la posibilidad de remontar el partido en el Camp Nou y conseguir pasar a la final de Wembley. Todo parecía estar en contra: Sergio Ramos se perdía la vuelta por cumplir ciclo de tarjetas, Pepe con Roja directa tampoco podía jugar el partido en Barcelona y Mourinho, expulsado también en el partido de ida, no podría estar sentado en el banquillo. Pero si hay un equipo en este mundo que nos podía hacer creer en esa posibilidad ese era el Real Madrid. El Madrid saltaba al campo sin trivote y con las novedades de Kaka y Higuaín en el once titular. El Madrid debía ir a por todas. El Barcelona fue quien dominó toda la primera parte pero un inmenso Casillas impidió que el Barcelona consiguiera el gol que acabara con las esperanzas de los blancos. Se llegaba en tablas al descanso. Comenzaba la segunda parte y al minuto llegaba la jugada polémica-como no, en contra del Madrid-. Cristiano Ronaldo dirige la pelota desde el centro del campo  y Piqué le obstruye en la frontal haciéndole falta, el árbitro deja seguir e involuntariamente Cristiano cae al suelo tras la falta de Piqué y arrolla a Mascherano mientras que el balón llega a Higuaín que bate a Valdés.

Pues bien, al árbitro no se le ocurre otra cosa que pitar falta de Ronaldo dejando boquiabiertos a todo el mundo. Poco después Pedrito conseguía abrir el marcador para el Barça y sentenciaba la eliminatoria. Marcelo empataba el partido a falta de media hora pero el Madrid no conseguiría marcar ningún gol más. Los blancos caían en semifinales de la Champions y el Barcelona accedía a la final, celebrándolo como un título ante todos sus espectadores. Una vez más el árbitro se convertía en el protagonista del partido dejando en un segundo plano a los jugadores, provocando  el cabreo de los madridistas-con razón-. Quedaba claro que los árbitros habían condicionado la eliminatoria- tanto en la ida como en la vuelta- y quien no lo quiera reconocer, en los videos está.

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